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El sueño ruso de entrar al litio chileno

El sueño ruso de entrar al litio chileno

Desde 2016 que Rusia mira con apetito el litio chileno. Varias delegaciones de Rosatom, la agencia de energía nuclear rusa, han visitado el país para reunirse con autoridades y empresarios en los últimos años. Ninguna ha tenido éxito.

Por: Antonieta de la Fuente | Publicado: Sábado 5 de marzo de 2022 a las 21:00
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En medio de la guerra de Rusia contra Ucrania, son varios los países que han decidido no solo condenar la invasión y los bombardeos, sino además sancionar económicamente a las empresas rusas en sus países.
En el caso de Chile, los vínculos comerciales con Rusia son tímidos. El intercambio entre ambos países el año pasado fue de US$ 819 millones, principalmente en exportación e importación de productos, pero no existe inversión directa de empresas rusas en Chile.
Sin embargo, la historia podría haber sido distinta. Desde hace al menos seis años que Rusia mira a Chile con interés. Especialmente por el litio.
Chile posee el 48% de las reservas mundiales de litio y cuenta con el Salar de Atacama, una de las zonas con mayor potencial y competitividad a nivel global para su extracción.
Fue en 2016 que los rusos llegaron por primera vez a Chile para sondear la posibilidad de entrar a esta industria. Un ex funcionario del ministerio de Minería en esos años recuerda que era una comitiva grande, de unas 15 personas, la mayoría ejecutivos de Rosatom, la corporación nuclear estatal de la Federación Rusa, que reúne a más de 350 empresas nucleares y a las instituciones de investigación y desarrollo que operan en los sectores Civil y de Defensa. Su objetivo era explorar las posibilidades de la industria del litio en el país. La principal ejecutiva en esa reunión era una mujer. “No recuerdo su nombre, pero era como si hubiera estado Putin en mujer, roncaba en la reunión, los hombres tomaban nota”, cuenta.
Ese mismo año, el presidente y vicepresidente de Rosatom en América Latina, Sergey Krivolapov e Iván Dybov, se reunieron con la Comisión Chilena de Energía Nuclear. Su objetivo era obtener información de la explotación de litio en los salares del norte grande del país. Preguntaron sobre su comercialización, regulaciones, condiciones para obtener cuotas de extracción y posibilidades de inversión.

Litio metálico
Su siguiente aproximación a Chile fue a través de Corfo en 2017. Eduardo Bitrán, quien era el vicepresidente ejecutivo de la agencia estatal por esa época, lo recuerda bien. “El equipo con el que negociamos me generaba buena percepción de seriedad y honestidad”, cuenta.
Por esos años, el interés de Rosatom en Chile era canalizado a través de su filial Uranium One, uno de las productores de uranio más grandes del mundo, con operaciones en Kazajstán, Estados Unidos, Tanzania, entre otros. La empresa rusa fue una de las 12 que postularon para industrializar el litio de Chile, en la convocatoria realizada por Corfo para promover el desarrollo de una industria de valor agregado del mineral en el marco del contrato entre la estatal y Albermarle.
Bitrán recuerda que la propuesta de Uranium One era atractiva: producir litio metálico, un insumo importante en la fabricación de la nueva generación de baterías. “Lo que querían hacer en Chile era utilizar, en vez de energía nuclear, energía solar para hacer litio metálico, que tiene un valor de 5 a 6 veces más que el carbonato de litio. Era un valor agregado importante”, explica Bitrán.
Sin embargo, la rusa, pese a estar precalificada, quedó fuera. “Albermarle los objetó. Argumentaron que iban a ser competidores directos”, explica el ex vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Finalmente, el proceso quedó en nada. Las empresas escogidas para el proceso retiraron sus propuestas y Albermarle entró en un litigio con Corfo por incumplimiento de contrato.
La evaporación
Pero los rusos no se rindieron. En octubre de 2019 Uranium One firmó un acuerdo con la canadiense Wealth Minerals, liderada en Chile por el ex presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals, Marcelo Awad, para adquirir un 51% de participación en el Proyecto Atacama. El pacto establecía que la empresa rusa podría comprar hasta el 100% de la producción de la iniciativa ubicada en el Salar de Atacama.
“La tecnología de Uranium One permitía producir litio de manera mucho más eficiente, usando el 10% del agua que se utiliza actualmente. La evaporación solar es una técnica de producción cada vez más obsoleta y poco amigable con el medio ambiente, por eso era muy interesante la asociación con Uranium One”, comenta un ejecutivo que estuvo en las negociaciones con la compañía rusa, quien agrega que en los últimos años la comitiva de Rusia estuvo en contacto con Chile de forma permanente y que existía mucho interés por entrar cuanto antes a la industria del litio. Los principales ejecutivos de estas reuniones eran Sergey Krivolapov, Iván Dybov y Olesya Dashavakaya, lobista de Rosatom en América Latina.
El plan de Rosatom era comenzar con la producción de litio en 2023 y lograr ocupar el 10% del mercado global de litio en 2030. En forma paralela, Rusia buscaba abrirse espacio en la producción de baterías desde Rusia.
En 2020 Wealth Minerals y la rusa renovaron su acuerdo. Sin embargo, la demora en el proceso de licitación del litio en Chile y los eventuales cambios en las condiciones, producto del proceso constituyente y los planteamientos del nuevo gobierno, terminaron disuadiendo a los rusos.
En noviembre de 2021, éstos anunciaron a la empresa canadiense la no renovación del memorando de entendimiento y su ingreso al proyecto de litio Tolillar en Argentina a través de una asociación con la empresa Alpha Lithium Corporation, registrada en Canadá. Uranium One comprará en US$ 30 millones el 15% del nuevo proyecto.

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